La Biblioteca Nacional de Finlandia ha lanzado un nuevo programa para apoyar la digitalización de sus archivos. El proyecto, Digitalkoot (Digital Volunteers), combina microtareas, crowdsourcing y videojuegos para llevar a cabo y distribuir parte del repetitivo trabajo que consiste en verificar los registros digitalizados.
Para la digitalización de sus archivos, la Biblioteca Nacional de Finlandia ha utilizado los servicios de Microtask y ha diseñado también dos juegos para que este trabajo resulte entretenido.
“Tenemos millones y millones de páginas de revistas de alto valor histórico y cultural, periódicos y diarios online. El reto es que el reconocimiento óptico de caracteres contiene errores y omisiones frecuentemente, que dificulta por ejemplo las búsquedas”, señala Kai Ekholm, director de la Biblioteca Nacional de Finlandia. Por ello se necesitan correcciones manuales y esto es precisamente lo que constituye el trabajo tedioso.
En el juego Myyräjahti, al jugador se le muestra dos palabras diferentes y éste tiene que decidir tan pronto como pueda si son las mismas. Esto revela palabras erróneas en el material archivado. En la otra aplicación, Myyräsilta, los jugadores tienen que deletrear correctamente las palabras que aparecen en la pantalla. Las respuestas correctas ayudan al personaje a construir un puente sobre el río. De esta forma se verifica el reconocimiento óptico de caracteres y se asegura de que el material digitalizado sea exacto y se pueda encontrar fácilmente.
“Queríamos realizar algo como ‘Angry Birds para inteligentes’, algo que entretenga pero al mismo tiempo sea útil para nosotros como nación”, comenta Ekholm, quien adelanta que los profesores y los niños disfrutarán siendo voluntarios para ayudar a la digitalización.
Cuando las bibliotecas y archivos a lo largo del planeta comienzan a digitalizar sus colecciones se enfrentan a muchos retos, tanto en términos de tecnología como en planificación. Hasta hoy cuatro millones de páginas de diferentes tipos de textos desde el siglo XVIII al XX han sido digitalizadas, pero aún quedan toneladas de herencia cultural esperando su turno.
Esta original idea revela que la tecnología no está tan lejos del manteniemiento de la herencia histórica, como demuestran diferentes iniciativas, como la utilidad de los códigos QR o el descubrimiento de restos arqueológicos por Google Earth.
Tot i tractar-se d'un projecte aparegut a una biblioteca, el contingut és d'igual vigència per als arxius.
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